Cuando se aborda el tema del liderazgo, es común encontrarse con una idealización “romántica” de las cualidades de quien dirige una organización. No obstante, la realidad de su labor está marcada por el pragmatismo, enfrentándose a una complejidad que da origen a diversas paradojas entre el “deber ser” y la práctica real.
Lejos de formular una mera elección, el liderazgo implica resolver disyuntivas constantes, aspecto fundamental en el ámbito del coaching ejecutivo. A continuación, se exploran algunas de estas dicotomías:
1.- Autoridad vs. empoderamiento: un líder debe saber equilibrar el ejercicio del mando para tomar decisiones, con la libertad de su equipo, fomentando su iniciativa sin menoscabar su autonomía.
2.- Visión a largo plazo vs. resultados a corto plazo: es crucial mantener el enfoque en los objetivos futuros sin ignorar los éxitos inmediatos, logrando así un balance que promueva la sostenibilidad y la motivación del talento a través de logros tangibles.
3.- Cambio vs. estabilidad: la promoción de la innovación es esencial para la adaptación y el crecimiento, pero debe procurarse sin sacrificar la operación, conservando un equilibrio entre impulsar la transformación y preservar la cohesión.
4.- Confianza vs. control: la construcción de un ambiente de confianza mediante la delegación de responsabilidades debe complementarse con un nivel adecuado de supervisión para garantizar la alineación con los objetivos.
5.- Consistencia vs. adaptabilidad: sostener un mismo rumbo es primordial; sin embargo, es imprescindible saber cuándo cambiar de dirección frente a los nuevos desafíos.
6.- Individualización vs. estandarización: atender los requerimientos de los colaboradores sin abandonar las políticas y prácticas establecidas representa un reto que demanda discernimiento.
7.- Humildad vs. confianza: por un lado, estar abierto al aprendizaje continuo, pero con la determinación para liderar, inspirando respeto y seguridad.
8.- Simplicidad vs. complejidad: la simplificación de procesos y comunicaciones facilita la claridad, pero es imperativo reconocer y manejar el entramado de las dinámicas organizacionales.
9.- Proximidad vs. distancia: mantenerse cercano al equipo para entender sus necesidades, sin perder la objetividad para tomar decisiones imparciales.
10.- Innovación vs. riesgo: es vital promover la creatividad gestionando adecuadamente los peligros de fallar.
Estas paradojas no son sólo obstáculos para superar, sino tensiones que deben manejarse de manera continua. La habilidad para navegar por estas complejidades refleja la madurez y la versatilidad, aspectos que se pueden desarrollar a través del coaching.
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