Es alentador que un número creciente de mujeres alcance posiciones de liderazgo en las organizaciones; sin embargo, debemos de reconocer que siguen teniendo el desafío de combinar sus labores con la conformación de una familia porque todavía hay prejuicios por vencer.
En este sentido el coaching puede ser una buena herramienta para a que logre un equilibrio entre la vida profesional y personal. Las exigencias de un cargo directivo, sumadas a las responsabilidades del hogar y la crianza de los hijos, con frecuencia se traducen en una extenuante "doble jornada" para las ejecutivas.
A esto se aúna la cruda realidad de la disparidad salarial de género. En promedio, perciben una remuneración menor que los varones en puestos equivalentes, lo cual hace más pesada la carga. Asimismo, los estereotipos tradicionales sobre los roles de la mujer siguen influyendo en las dinámicas familiares y sociales.
A continuación, te presento algunas de las áreas en las cuales es posible profundizar
1.- Administración efectiva del tiempo y delegación de responsabilidades en la oficina y en la casa. Establecer sistemas de organización y priorización, definir expectativas claras con la pareja y los hijos.
2.- Desarrollo de habilidades de negociación y comunicación asertiva para expresar necesidades y límites de forma directa pero empática, llegar a acuerdos justos en la distribución de actividades. Un aspecto esencial es saber entablar conversaciones difíciles con la familia, sin generar un altercado grave.
3.- Implementar técnicas para el manejo del estrés y el autocuidado como la meditación, el ejercicio físico, tiempo personal, desconexión del trabajo, respaldo social de amigos y familiares, escapadas breves para recargar energía, entre otros.
4.- Fortalecimiento de la autoconfianza y liderazgo: superar limitantes internas, conectar con el propósito y los valores, cultivar la resiliencia y capacidad de sobreponerse a la adversidad.
5.- Construcción de redes de apoyo y aprendizaje entre pares. Compartir estrategias exitosas, validar experiencias comunes, crear comunidades para motivarse y celebrar logros.
6.- Manejo emocional ante las presiones y expectativas sociales. Identificar y expresar sentimientos de manera adecuada, sin explotar ni reprimir. Afrontar las barreras de género de colegas.
7.- Elevar la confianza en sus habilidades para cumplir con las responsabilidades familiares y laborales: reconocer fortalezas y triunfos, mantener una mentalidad de crecimiento ante retos, no temer pedir ayuda.
8.- Trabajar creencias limitadoras sobre no poder con todo o ser “mala madre/ejecutiva”. Reemplazarlas por afirmaciones que empoderen.
9.- Fijar límites saludables frente a demandas fuera de orden. Aprender a decir no y evitar el perfeccionismo excesivo.
10.- Contar con mentoras que sirvan de modelo e inspiración. Escuchar sus experiencias y consejos.
El coaching es una herramienta que puede empoderar a las mujeres para brillar profesionalmente, al tiempo que llevan una vida personal y familiar plena. Se trata de encontrar el punto de equilibrio entre los diversos roles como líderes, madres, parejas y seres humanos en constante crecimiento.
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