La relevancia de un líder trasciende sus decisiones estratégicas o aptitudes técnicas. Las elecciones verbales de un líder poseen un efecto notable en su percepción de la realidad, en el modo en que su equipo interpreta el mundo y, en consecuencia, en los logros que obtienen en conjunto.
Esta fuerza inherente en el vocabulario a menudo es menospreciada, pero alberga la capacidad de funcionar como un catalizador para la transformación y el progreso constante si se aplica de manera consciente y constructiva y el coaching ejecutivo es una buena herramienta para trabajar esta área.
La mente se mueve con base en percepciones; por ejemplo, una tarde nublada puede ser triste para uno y romántica para otro, dependiendo de cómo la verbalicemos y la procesemos. Esto se intensifica cuando consideramos el entorno y, por ejemplo, un día de calor será percibido de forma distinta por alguien que se dirige a la oficina en transporte público, frente a quien disfruta de unas vacaciones en la playa.
Hay individuos que, por su predisposición optimista, observan todo de manera positiva y verbalizan sólo las circunstancias agradables; mientras que otros, con una perspectiva pesimista, únicamente subrayan los problemas y perciben lo negativo.
El neurocientífico y psicólogo cognitivo, Steven Pinker, afirma que el lenguaje tiene la capacidad de modelar la realidad. Desde la neurociencia, cuando vivenciamos una situación, ciertas áreas y redes del cerebro se activan, generando patrones específicos. Los estudios han demostrado que estos mismos patrones también aparecen cuando simplemente imaginamos o reflexionamos sobre esa experiencia.
Esto ocurre porque el cerebro no siempre distingue entre lo que es real y lo imaginado o recordado. Al pensar en algo, ponemos a trabajar muchas de las mismas redes neuronales que surgirían si estuviéramos viviéndolo de verdad. Un claro ejemplo es la visualización mental utilizada en los deportes o la terapia psicológica.
Si nos enfocamos en pensamientos negativos o temerosos estamos liberando las hormonas del estrés y provocando una respuesta de lucha o huida, incluso si el evento no representa una amenaza real.
Esto nos conduce a reconocer la importancia de las técnicas de atención plena y meditación, que nos enseñan a observar nuestros pensamientos sin reaccionar a ellos automáticamente, para ayudarnos a manejar mejor las preocupaciones.
Comprender y controlar el lenguaje a través del coaching ejecutivo es una potente herramienta para moldear la realidad y administrar las emociones. Como líder, en tu trabajo, en tu casa, las palabras que seleccionas y cómo las empleas pueden influir no sólo en cómo percibes el mundo, sino también en cómo te ven los demás.
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