El gobierno corporativo representa un desafío y una oportunidad de crecimiento para muchas empresas. A pesar de que las compañías cotizadas en bolsa adoptan estás prácticas, numerosas organizaciones aún no han institucionalizado sus operaciones.
Una justificación frecuente para esta resistencia es la idea de que, si las cosas funcionan bien en el presente, no hay necesidad de complicarlas. Sin embargo, la sostenibilidad y el éxito a largo plazo de una empresa dependen en gran medida de la aplicación de prácticas sólidas de gobierno corporativo, especialmente en un contexto de rápida transformación de los mercados.
Llevar a cabo una buena gobernanza trae múltiples beneficios, como mayor rentabilidad, mejor reputación, facilidad para conseguir financiamiento, atraer talento de calidad, adaptarse al cambio y lograr objetivos compartidos entre todos los grupos de interés.
El proceso en la gobernanza no tiene que ser un giro de timón drástico. Las empresas pueden avanzar en forma gradual, implementando estas prácticas de manera paulatina y sólida, aprovechando así las ventajas asociadas en cada paso.
Una estrategia efectiva para enfrentar este desafío es la incorporación del coaching ejecutivo, ofreciendo asesoramiento y apoyo a los líderes y equipos directivos en la adopción e instauración de prácticas de gobernanza.
A continuación, te expongo ocho aspectos clave en los que un coach ejecutivo puede brindar ayuda y orientación para la construcción de un gobierno corporativo
1.- Establecer una estructura clara: Delimitar funciones y responsabilidades, previniendo conflictos de interés.
2.- Diseñar políticas y procesos: Formular normas y protocolos en áreas esenciales como ética, responsabilidad social, manejo de riesgos, cumplimiento y auditoría interna.
3.- Impulsar comunicación y transparencia: Promover el diálogo abierto, informar y comprometer a todos los involucrados.
4.- Potenciar el trabajo en equipo: Enriquecer habilidades de liderazgo y estimular la colaboración.
5.- Supervisar y evaluar el desempeño: utilizar herramientas y sistemas para controlar el rendimiento de la junta directiva y los ejecutivos.
6.- Fomentar cultura y valores: Alinear principios con las expectativas de los accionistas y demás interesados.
7.- Planificar la sucesión: Elaborar un plan e identificar y formar talentos internos.
8.- Incorporar prácticas de responsabilidad social y sostenibilidad en las operaciones.
El gobierno corporativo no garantiza el éxito inmediato, pero sí constituye un pilar fundamental para asegurar la estabilidad y continuidad de la organización a largo plazo, trascendiendo a los fundadores y líderes originales.
Implementar un sólido sistema de gobernanza permite enfrentar los desafíos del entorno cambiante, adaptarse a las demandas del mercado y, al mismo tiempo, mantener un enfoque ético y responsable. De esta manera, se construye un legado perdurable que beneficia a todas las partes involucradas y contribuye a la sostenibilidad de los objetivos.
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