El auge de los servicios financieros digitales continúa en ascenso, tanto que las grandes instituciones también están entrando a esa modalidad. Como responsables de nuestras finanzas personales y empresariales, es esencial considerarlos como opciones serias.
De acuerdo con Finnovista Fintech Radar México, el año comenzó con 650 organizaciones identificadas en dicha categoría, lo cual representa un aumento del 26% en comparación con el año anterior. Hasta agosto de 2022, 36 obtuvieron autorización para trabajar bajo la Ley Fintech, promulgada en marzo de 2018. Además, durante el año, se recibieron 144 solicitudes para operar. Cabe destacar que el 40% de las encuestadas no requieren regulación como entidades financieras, ya que su actividad principal es la oferta de plataformas o servicios tecnológicos.
Las Fintech, son compañías que combinan tecnología e innovación para brindar servicios financieros de forma eficiente y accesible. Esta tendencia global es especialmente popular entre las generaciones jóvenes. La apertura de sucursales bancarias es cada vez menos viable, razón por la cual incluso los bancos tradicionales están adoptando enfoques más digitales.
En México, las Fintech enfrentan el desafío de ganarse la confianza, ya que nuestra cultura tiene cierto recelo hacia las instituciones, carece de educación financiera y muestra una preferencia por el efectivo. Por lo tanto, es crucial que estas empresas comuniquen de manera transparente.
Prometen mayor inclusión financiera, acceso a créditos, reducción de costos y comisiones, entre otras ventajas; sin embargo, hay aspectos que debemos vigilar.
1.- Siempre investiga y compara las alternativas disponibles en el mercado. Lee las opiniones de otros usuarios y revisar la reputación de la empresa en línea.
2.- Verifica su regulación y asegúrate de que esté registrada y autorizada para operar en México. Puedes corroborar su estatus en la página de la CNBV o en el sitio web de la propia Fintech, donde deben incluir información sobre el cumplimiento de las normas.
3.- Evalúa la calidad del servicio. ¿Es fácil contactarlos en caso de dudas o problemas? ¿Tienen canales de comunicación accesibles y eficientes? Un buen soporte al cliente es esencial para sentirte seguro en tus operaciones financieras.
5.- Asegúrate de entender bien los servicios que brinda, cómo funcionan y cuáles son sus términos y condiciones. Si algo te es confuso pregunta o buscar información adicional antes de comprometerte.
6.- Si la oferta parece demasiado buena para ser verdad, es probable que no lo sea. Ten precaución ante promesas de ganancias rápidas o rentabilidades excesivamente altas y evita caer en esquemas fraudulentos o de alto riesgo.
Los servicios financieros digitales representa una oportunidad para mejorar nuestra economía personal y empresarial, pero recuerda que tú eres el único preocupado por tu patrimonio, cuídalo.
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