Nazareth Castellanos, prestigiosa científica española, comenta en Instagram un estudio publicado en 2019 en el cual, a través de neuroimágenes, los investigadores encuentran que cuando las personas recibieron una recompensa económica y una social, sorprendentemente, se activaron los mismos circuitos neuronales. Ante esto, los autores afirman que para el cerebro, el amor es análogo al dinero.
Abriendo el debate, Nazareth, apunta inquietudes “¿Nuestra relación con dinero está viciada? ¿Qué nos dice de nosotros mismos la relación con lo material? ¿Hemos materializado lo personal o personalizado lo material?”
En este orden de ideas, en el libro “Mind over Money” de Claudia Hammond, el cual habla sobre la Psicología del dinero y como usarlo mejor, nos sugiere imaginar un millón de dólares incendiándose en una hoguera, y pregunta ¿cómo te sentirías? Muy probablemente con horror y furia, más que si observaras en un noticiero cómo se consume una casa en llamas con un valor similar.
Claudia concluye que el dinero evoca sentimientos fuertes en nosotros y daría la impresión de que quemarlo sería un acto de egoísmo porque ese recurso pudo haberse empleado para algo.
Lo curioso es que los billetes no tienen valor intrínseco; por ejemplo, para qué nos serviría en una isla en donde vivimos como Robinson Crusoe; tal vez como combustible. Su capacidad de hacer transacciones con él, está en función a lo acordado con las autoridades monetarias y la confianza de que la sociedad respetará su circulación.
La razón que da la autora y, coincido con ella, es que se estarían destruyendo sueños y aspiraciones; es decir, le damos al dinero un significado.
Se quiere hacer creer que el dinero es la causa de todos los males, pero nos olvidamos de que es la herramienta con la cual el ser humano intercambia bienes; así, podemos recibir un salario para adquirir lo necesario para vivir y disfrutar.
El dinero sirve para realizar sueños, tener experiencias, generar tranquilidad sobre el futuro; incluso, bajo una visión religiosa o filantrópica ayudar a los demás, que dicho sea de paso es uno de los usos que dan mayor satisfacción.
Ahora bien, es posible provocar una patología en cuanto al dinero y otros estudios han mencionado que puede inducir un efecto similar al alcoholismo y se quiere más, aunque ya se tenga en exceso. Se empieza a gastar en las cosas superfluas y sin sentido.
Es un buen debate que lleva a la reflexión y tú, ¿Qué piensas del dinero? Coméntame en instagram: @atovar.castro
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