Tal vez la plática del próximo año entre amigos sea, “oye, ¿cómo te pego a ti el Covid-19?”, porque es un buen ejemplo de lo que Nassim Nicholas Taleb quería puntualizar en su libro “El Cisne Negro”, esos eventos inesperados que escapan de la medición estadística y simplemente ocurren, poniendo la perspectiva de cabeza. ¿Cómo enfrentarlos?
Imagínate a un experimentado general con una pérdida imprevista de sus posiciones. ¿Qué haría? Reunirse con sus principales subalternos en el “war room” y analizar la situación para ver las alternativas con frialdad ¿replegarse, rendirse, contratacar o moverse de flanco?
Algo similar debemos realizar. Hay un “cisne negro” en las finanzas personales y es imprescindible meternos en nuestro propio “war room” y convocar a la familia a participar.
Para quienes pensaban que hacer cuentas, cuidar el patrimonio, ahorrar, adquirir seguros, etc. era innecesario, los efectos colaterales del covid-19 ofrecen una gran moraleja. Los eventos inesperados pasan y pueden conducir a perder ingresos, ver como aumenta la deuda y terminar con las posesiones.
Es impresionante darse cuenta de que toda la población en el mundo ha sido afectada. Obvio, quienes enfermaron o perdieron a un ser querido, pero también en términos de estabilidad emocional, después de meses de encierro y de los golpes económicos provocados.
Negocios quebrados, despidos, pérdidas de clientes, reducción de ingresos, elevación de las deudas, etc, y aquí van desde quien pide limosna en la calle, el taxista, el obrero, hasta el accionista de un corporativo que resintió el desplome de su capitalización.
La caída de la producción en México y el desempleo puede llegar a representar la mayor de las crisis en la historia.
Hagamos un control de daños sobre el patrimonio y si antes teníamos cierta holgura para gastar y tomar decisiones, como salir de vacaciones o comprar algún antojo, ahora debemos de ser prudentes para recomponer lo perdido.
Para quienes vivían al día y sentían que era “normal” hoy con seguridad se percataron del tremendo problema de un margen de maniobra limitado en las finanzas personales. En este caso, existe una premura a resolver y es importante evitar que vuelva a ocurrir.
Habrá de poner todo a consideración; negocios de hace unos meses ya no lo son y otros que apenas empezaban, están repuntando. Hay un cambio total, las inversiones, el riesgo e incluso las preferencias del mercado. Por eso debe construirse un replanteamiento completo.
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