La marcha del próximo domingo y la convocatoria para que el lunes las mujeres se ausenten, es una manera de hacer patente el acoso y la discriminación de género; es imperativo que la sociedad en su conjunto reconozcamos esta injusta situación y valoremos su enorme contribución. Para ello, es fundamental sensibilizarnos y por eso abordo en esta ocasión algunos aspectos en los cuales pasan dificultades en el campo de las finanzas personales.
1.- Si bien han tenido el acceso a la educación, hay todavía padres que restringen la libre elección de sus carreras y dan por sentado que no necesitan una preparación exhaustiva, porque eventualmente se casarán y estarán dedicada al hogar. Este hecho, les impone un escoyo para su superación e independencia financiera.
2.- En el entorno laboral no aceptan su condición de mujer y son limitadas por requerimientos especiales de horarios para atender a su familia, como es el caso de la lactancia. Es frecuente que sean despedidas o marginadas por el embarazo.
3.- Si deciden dedicarse algunos años a la atención de sus hijos, se les complica regresar al mercado laboral y es una barrera en las entrevistas de trabajo para obtener una determinada posición.
4.- Esta documentado, que ante igualdad de obligaciones, el hombre gana en promedio cerca de 40 por ciento más que las mujeres. Adicionalmente, tienden a sufrir de lentitud en sus promociones y asensos.
5.- En el contexto del hogar, es usual hacerlas responsables únicas de las labores cotidianas, así que además de cooperar económicamente deben trabajar un mayor número de horas, lo cual conduce a una reducción de la productividad. Peor aún, porque su aportación en ese renglón es menospreciado y desvalorado, sin retribución.
6.- En el terreno de la administración financiera es común que se le oculte el destino del dinero. En muchas ocasiones entrega a una caja negra sus recursos, dejando de participar en la toma de decisiones de planeación.
7.- Las jefaturas femeninas superan el 25 por ciento del total de hogares en México y pasan grandes dificultades para llevar solas las riendas de la familia ante la incomprensión de las empresas que las contratan.
8.- Al tener una esperanza de vida mayor y por sus menores aportaciones al sistema de pensión, dada una condición laboral discriminada, se ven afectadas en la cantidad de dinero que reciben en su retiro. Esto provoca un futuro incierto para su vejez.
Debemos aceptar que se han generado cambios para mejorar su posición en la sociedad, pero aún falta un camino por recorrer; es justo apoyarlas en ese proceso.
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