Como parte de los cambios de la presente administración pública se han empezado a desgranar modificaciones en el Sistema de Ahorro para el Retiro. Habíamos comentado el arranque en este espacio con la nueva ley, en la cual se busca mayor flexibilidad y ahora anuncian que a partir del próximo año ya no habrá las Siefores como las concebimos, sino “fondos generacionales”
Aunque algunos conceptos son conocidos, permítanme puntualizar en donde estamos parados.
1.- Para quienes empezaron a laborar después del primero de julio de 1997 sólo tendrán la opción de retirarse con lo que hayan acumulado en su Afore.
3.- Hasta diciembre del 2019 seguirán administrándose los recursos a través de las cinco Siefores que cada Afore maneja, cuatro de ellas en función de la edad y la quinta para quienes están próximos a jubilarse.
De esta manera, en la medida en que los trabajadores rebasen la edad de la Siefore, en automático lo pasan a la que sigue, la cual debe tener un menor riesgo porque se va acercando poco a poco a su retiro.
4.- A partir de enero de 2020 desaparecen las Siefores como las conocemos y será un solo fondo que acompañará al trabajador durante su vida laboral. Habrá de inicio 10 alternativas, dependiendo de la edad de ingreso, pero luego la composición de la cartera ira transformándose conforme quienes estén en dicho fondo tengan más edad para evitar un riesgo desmedido.
5.- Lo anterior hace sencilla la asignación y sin saltos de un fondo a otro. La administradora (Afore) tendrá el objetivo maximizar el monto de retiro para todos los que estén en ese fondo generacional. También podrán entrar a proyectos de largo plazo porque el horizonte se amplia sensiblemente.
6.- Es importante hacer notar que cada Afore le dará un enfoque diferente a los fondos generacionales y seguirá siendo necesario evaluar las instituciones para ver cuál de ellas otorga el mejor rendimiento neto y esté de acuerdo al perfil del inversionista.
Los cambios son trascendentes desde el punto de vista de la operación y parecen ser buenos. Sin embargo, debemos estar pendientes de cómo se deciden las carteras de cada administradora y que el gobierno no quiera imponer ciertos instrumentos de sus portafolios para obtener recursos.
La mayor transformación que se espera es la de un aumento en las aportaciones y la elevación de la edad de jubilación, que podría darse en la segunda mitad de este sexenio.
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