Hay una tendencia mundial a desechar la intuición y subjetividad de los humanos a la hora de analizar las bolsas de valores. Esto no es nuevo, en la crisis de 2008 quedó en evidencia que muchas de las decisiones se tomaron con algoritmos matemáticos. La diferencia es que ahora tienden a estar al alcance de todos, a través de aplicaciones en teléfonos móviles.
Los “robo advisors o asesores automatizados”, gestionan tu dinero con base en modelos y dependiendo del riesgo, de tal manera que optimizan la cartera en forma continua y realizan los cambios necesarios. Los costos son menores y la idea es encontrar la precisión en el análisis.
Este mecanismo es común en Estados Unidos y en México todavía no se populariza, aunque algunas casas de bolsa aseguran lo tienen. De inicio, hacen una serie de preguntas para conocer los objetivos financieros y el nivel de riesgo dispuesto a asumir.
Eligen una cartera para el inversionista que tiene como marco el mercado global y primordialmente los ETF´s (Exchange Traded Fund). Van administrando las entradas de recursos y hacen los ajustes requeridos par optimizar.
Según un artículo del Wall Street Journal, estudios académicos muestran que los analistas robotizados superan a los humanos como selectores de acciones. La investigación sugiere que son menos optimistas; revisan sus recomendaciones con más frecuencia y mejoran a las personas en un 4 por ciento anual. Si bien, el “roboanalista” carece de intuición, lo compensa con un mayor rigor, disciplina e independencia.
No me atrevo a sugerir o señalar la aplicación que opere en México, pues esta en pañales, pero pronto veremos una corriente generalizada y será una alternativa adicional para depositar los recursos en la búsqueda de ganancias.
Existen principios elementales que se mantienen y son el hecho de tener claros nuestros objetivos y cuánto riesgo aceptaremos, además de entender los mecanismos con los cuales funcionan los instrumentos financieros, sobre todo, porque la posibilidad de pérdida estará siempre presente ante eventos fortuitos; los llamados “cisnes negros” imposibles de pronosticar y vaya que tenemos un ejemplo con la pandemia.
Estas herramientas serán aprovechadas por los jóvenes que por su cercanía con la tecnología son susceptibles de adoptarlas con rapidez y también porque el mercado bursátil ha demostrado que en el largo plazo tiende a ser la opción con mayor rentabilidad.
Arranca tu investigación y prepárate para entrar a una nueva era que parece sacada de la película Matrix.
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