Reza un viejo dicho “la experiencia no es lo que te pasa, sino lo que haces con lo que te pasa”. México ha tenido décadas de crisis recurrentes y desde los baby boomers quienes están ya abandonando el ámbito laboral, hasta los centennials como recién entrantes al mercado, han sufrido dificultades con su entorno. La pregunta es ¿Cómo vamos a salir en lo particular? ¿Derrotados o fortalecidos?
Más de una persona me ha compartido, “Dejé de ver las noticias porque me deprimen; la mayoría son malas” y en efecto el cúmulo de problemas puede abrumar. Empero, es un error pensar que una crisis generalizada en el país, “necesariamente” perjudicará a todos por igual. A esto se le llama la “falacia de la división”.
En la crisis financiera de 2008, por ejemplo, se habló del concepto de la década perdida, por el lapso que tardaría el mundo en recobrarse, lo cual fue cierto; sin embargo, con seguridad conocemos a alguien que le fue de maravilla y logró incrementar su patrimonio.
Hace unas semanas, un lector expresaba este malestar en un comentario y hasta escribía “Grrrr” como muestra de coraje. Tiene razón, prácticamente a todos nos ha tocado perder algo. Enojémonos, pero luego sacudamos el pesimismo y veamos cómo es posible recuperar lo dejado atrás e incluso, remontarlo.
Lo digo, porque no recuerdo una época en que se haya pronosticado que la situación sería esplendorosa en el futuro; por lo regular hay señales de precaución, pero aún así se debe seguir adelante y sacar lo mejor de las circunstancias.
En el aislamiento nos hemos dado cuenta del valor de la relación humana y en lo económico que cosas raras llegan a suceder. La prevención es fundamental para garantizar mínimos de bienestar y es muy peligroso desperdiciar los recursos viviendo el hoy sin responsabilidad sobre el mañana.
En este espacio cuestionaba si la forma de pensar cambiaría en el comportamiento financiero con esta crisis y creo que la transformación debemos de provocarla para bien. Es decir, forzarnos a obtener un aprendizaje positivo para evitar cometer lo mismos errores ¿Cómo nos dejará el Covid? ¿Mejor, igual, peor que ahora?
El riesgo es ser presa de la desesperanza y dentro de 10 años continuar en el bache.
Hay una infinidad de personas que platican sus historias de caídas en cada crisis sufrida en México y de cómo en el transcurso del tiempo, además de recuperarse, tuvieron un avance vertiginoso. ¿Qué vamos a contar nosotros de ésta?
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