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Foto del escritorAlberto Tovar

La difícil tarea de predecir el futuro financiero


El proceso de toma de decisiones en materia de finanzas personales se finca en las expectativas sobre el futuro, ya sea con bases científicas, por la intuición, el miedo o el optimismo, pero siempre habrá detrás una visión de lo que acontecerá mañana. No contamos con una bola de cristal mágica para predecir; de tal manera que las resoluciones tendrán un componente de incertidumbre.

Nada mejor para entenderlo, que observar la perspectiva económica. El periódico Wall Street Journal publicó hace unos días un artículo que llamó ¿Por qué la recesión siempre está a 6 meses de distancia?, haciendo alusión de que la crisis productiva anunciada para Estados Unidos se va posponiendo.

Pero también hace unos días, las autoridades financieras intervinieron y cerraron Silicon Valley Bank (SVB) lo que amenaza a contagiar a otros bancos, evento que no estaba en el radar de los analistas.

Claro, en algún momento el ajuste sucederá y más de un especialista gritará “se los dije”. El punto central es que les ha fallado un ingrediente esencial para la resolución en materia de inversión, que es “el timing”

En el caso de México, a finales de 2022, Moody’s Analytics, prestigiosa calificadora, daba el pronóstico de una depreciación del peso frente al dólar de 20 ciento, dando como término ambiguo “a finales de 2022 o durante 2023”; sin embargo, se llegó ha presentar una revaluación y el billete verde cotizó por debajo de los 18 pesos, para ahora nuevamente ir al alza con la amenaza de quiebras bancarias.

Así como hablamos de los cisnes negros como eventos altamente improbables e impredecibles que tienen un impacto en el futuro y sólo se comprenden después de que han ocurrido. Con regularidad se asocian con algo negativo, pero los efectos también pueden ser favorables.

Por ejemplo, el conflicto de Estados Unidos con China ha traído una gran atención a México como receptor de inversiones, generando un ingreso fuerte de divisas. Incluso, no deja de sorprender que por un momento le entrara la cordura al presidente y permitiera la instalación de la giga planta de Tesla a Nuevo León. Todo esto hace modificar las expectativas.

Esta incertidumbre sobre el futuro inmediato nos hace revalorar las decisiones de inversión de corto y largo plazo. La primera tiende a aprovechar el entorno cambiante para obtener una ganancia significativa, pero está envuelta en más riesgo. En tanto, en lapsos prolongados de tiempo se podrían tomar inversiones patrimoniales que, aunque tuvieran una menor rentabilidad es lo suficientemente alta y estable que da seguridad.

Otro aspecto es la relevancia de la diversificación con el fin de mitigar la volatilidad. En lugar de destinar todo a una sola alternativa, es recomendable distribuir los recursos en diferentes instrumentos.

¿Cuál es tu pronóstico para México? Coméntame en Instagram: @atovar.castro

Twitter: @albertotovarc

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