¿Has escuchado la frase: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes”? Pues los seres humanos tendemos a practicarla con frecuencia y además de generar frustración que conduce a perpetuar una situación y dejar de corregir el rumbo.
El síntoma inequívoco de la necesidad de meterle mano a las finanzas personales es cuando el dinero es insuficiente para lo cotidiano o se nos hace imposible formar un patrimonio. Sin embargo, ante la sugerencia de un trabajo extra o cambiar de actividad, con frecuencia hay apatía.
En algunos casos provoca enojo que se ve reflejado en los comentarios de “¿cómo sugieres que ahorremos si no nos alcanza para comer?… y tienen razón, porque la respuesta está más bien en reconvertirse hacia una actividad mejor remunerada.
Las características del empleo se están transformando diametralmente y tan rápido que podría llevar a una reducción de los ingresos reales y con ello a la menor capacidad de compra. Bajo esas circunstancias, es momento de cuestionarse si es pertinente hacer un giro en la visión laboral.
Se requiere humildad el reconocer la urgencia de un cambio y luego identificar la parte “fina” de cómo llevarlo a cabo y es probable que surjan tropezones, pero la otra alternativa es quedarse “haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes”
Este primer paso de aceptación es el más importante de todos, pues equivale a lanzase a esa alberca de agua muy fría y tener la valentía para lo que viene a continuación, al implicar un esfuerzo por reinventarse hacia algo que en general tiene dos factores: pasión y rentabilidad.
La siguiente tarea es ver alternativas en una lluvia de ideas, además de rodearse de las personas que puedan aportarle estructura para tomar la decisión correcta. Si no cuentas con ellas, evalúa la presencia de un experto en la materia.
La metodología es una dialéctica que significa dialogar y discutir para descubrir la mejor opción. Analizar los “por qué sí” y los “por qué no” para de ahí establecer redes de protección.
Hay una pregunta sencilla, pero poderosa que es ¿cómo me quiero ver en el futuro? Es por una parte el motivador de la acción y por otra es la validación si el camino a seguir es el adecuado.
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