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¿Cómo la conciencia social ayuda a mis finanzas?


El 2024 será un año relevante en el marco electoral y nuestra participación en los asuntos de interés económico-social son muy importantes para las finanzas personales.

Hay un sinnúmero de temas que los percibimos alejados al no estar en nuestra capacidad de decisión; sin embargo, el esfuerzo y reflexión colectiva hacen una diferencia mayúscula cuando los llevamos a las urnas y escogemos a los gobernantes.

El riesgo de sufragar por la simpatía o el coraje nos puede conducir a pésimos políticos que dañen el patrimonio familiar. Una pregunta fundamental para apoyar o rechazar una postura está en función de cómo percibimos sus propuestas en términos de congruencia y viabilidad sobre el futuro.

Es cierto, el capitalismo y la globalización han sido incapaces de abatir la pobreza del mundo y, por el contrario, han provocado una concentración tremenda de la riqueza. De hecho, Latinoamérica ha desperdiciado un momento irrepetible con el “bono poblacional”, pues los jóvenes tienen el potencial de impulsar el consumo de manera significativa. Por desgracias, las crisis internacionales han incidido en menos oportunidades a las nuevas generaciones en comparación son sus predecesoras.

Tal vez podría haber sido peor o ya no hay marcha atrás a lo emprendido, pero al final de cuentas el resultado es bastante malo para una mayoría de personas y por eso el populismo cae en tierra fértil, con una ciudadanía cansada de promesas y corrupción.

El problema es que el populismo es en esencia la compra del voto de la población menos favorecida, a través de un asistencialismo que puede operar mientras las arcas públicas aguanten los dispendios. Tarde o temprano se acaba el recurso y se termina en situaciones críticas como en los casos de Cuba, Venezuela o Argentina.

Otro tema pendiente es el deterioro del medio ambiente, del cual ya lo sufrimos y nos cuesta en polución, falta de recursos naturales, alimentos contaminantes, climas extremos y desastres naturales. Esto le pega al patrimonio y, lo más importante, a la salud.

El calentamiento global ha sido politizado y se olvida en aras de beneficiar intereses económicos o simplemente como una posición cómoda para salir de la coyuntura de un periodo de gobierno.

Fuera de etiquetas de izquierda, derecha; conservadores, liberales o lucha de clases, es crucial el buscar con la elección de gobernantes tres dimensiones: dar las condiciones de estabilidad para que la economía crezca y avance el empleo; procurar que las oportunidades lleguen a todos por igual para reducir la pobreza y construir un entorno de certidumbre sobre el futuro ambiental.

¿Tú qué opinas? Coméntame en Instagram: @atovar.castro y sígueme en el podcast “Dinero y Felicidad”, en Spotify, Apple Podcast, entre otros

X: @albertotovarc

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