No hablare de videojuegos, ni de la última novedad en diversión; los invito a pensar sobre cuáles podrían ser en verdad los mejores regalos para los hijos pequeños. En ocasiones, se piensa en “darles lo que deseen” en términos económicos, como único objetivo y considero que debemos replantearlo.
1.- “El tiempo”, uno de los recursos más escasos, es un excelente presente, sobre todo si se ofrece en duración y calidad. Incluso, en el paso de la pandemia, cuando se supone que han estado en casa, la pregunta es si fue con la orientación adecuada. Es muy complicado querer tener una buena comunicación en periodos como la adolescencia o en su adultez si no existió ese proceso en la infancia.
2.- La educación siempre se ha estimado como “la mejor herencia que puede uno dejar a los hijos”. Ahora tiene una dimensión diferente, porque en la era digital y en medio de los drásticos cambios implantados por el Covid 19 habrá de venir acompañada de mayor asistencia parental y de una reflexión sobre la variedad de conocimientos y habilidades que es conveniente adquirir para enfrentar el reto de la dinámica de una transformación permanente.
3.- En las investigaciones sobre felicidad, “las experiencias” son las que han resultado como lo más apreciado que el dinero puede comprar y, en el caso de los niños, puede ser de lo más barato.
No necesariamente los tienes que llevar a esquiar, sino que puede ser el jugar con ellos; acompañarlos a un partido o, simplemente, ver juntos una película. Son actividades que se recordarán gratamente al transcurrir el tiempo.
4.- En relación con las finanzas familiares, un aspecto que difícilmente verán en el corto plazo, pero se convertirá en un gran activo al pasar los años es “el ejemplo”. Esta demostrado que los hijos tienden a repetir los aciertos y errores de los padres cuando se trata de administrarse.
Aún con riqueza, es importante infundir la cultura del esfuerzo para que cuiden sus recursos y estén preparados para un futuro incierto.
5.- Conducirse en forma prudente con el dinero permite también mantener un ambiente de tranquilidad económica, en donde podrán desarrollar su potencial sin la angustia de la crisis. Tal vez nunca lo mencionen como un regalo, hasta que ellos mismos sean mamá o papá.
Los obsequios relevantes suelen ser inmateriales y son los que te hacen ser una mejor persona. Por el contrario, pensar en darles todo lo que quieren, sin que cueste esfuerzo y abandonarlos sin límite en la distracción de la era digital podría ser perjudicial en el largo plazo.
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