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Alberto Tovar

¿Cómo te administras como profesionista independiente?



Ya decidiste ser un profesionista independiente; quizás estabas cansado de tener jefe y de las jornadas regulares de trabajo; probablemente fue tu espíritu emprendedor; o simplemente las circunstancias, pero hoy laboras por tu cuenta y te preguntas cuál es la mejor manera de administrarte para tener unas finanzas sanas.

Cada etapa de la actividad independiente tiene sus retos, veamos algunos de ellos.

1.- Arranque: empezar siempre es difícil, por lo que la preocupación inicial será sostenerte, por eso es básico bajar los gastos y de la compañía. Revisa de que puedes prescindir y evita los costos fijos; es cuando más se justifica laborar en casa.

Por parte de los ingresos es prudente buscar clientes ancla estables, que si bien no generan una utilidad alta, te da la tranquilidad de obtener una entrada mínima. Esto también te ayudará a atraer a otros por el efecto demostración del trabajo realizado y porque podrás hacer negociaciones sin premura.

Recuerda, tú eres la empresa y es importante tener algo de coberturas de seguros para cualquier eventualidad.

2.- Mantenimiento: una peculiaridad de trabajar por tu cuenta es que en la mayoría de las ocasiones las ganancias son volátiles; salen buenos proyectos y luego pueden parar de manera repentina. Por eso es muy recomendable hacer un presupuesto de flujo mensual, tanto personal como para la compañía y organizarte con un horizonte de al menos un trimestre de solvencia para erradicar crisis serias.

Es decir, procura tener un monto de recursos ahorrado que cubra los siguientes tres meses y sostenerlo en forma permanente; si lo llegas a utilizar reponlo en la primera oportunidad.

En la medida en que se tenga un mayor ingreso se podrá optar por generar un patrimonio que de solvencia de largo plazo.

3.- Consolidación y crecimiento: para este momento, con seguridad te percataste que todo ronda alrededor tuyo y aun cuando iniciaste queriendo independencia, resulta que ni puedes tomarte unas vacaciones.

Es hora de evaluar institucionalizar la empresa o incluso convertirla en negocio familiar, dependiendo de la posibilidad de que se involucren el o la conyugue, además de los hijos.

Aunque es entendible que haya cierto nivel de desorden en el arranque, ahora es urgente construir una administración profesional y separar las finanzas personales de las de la actividad.

No hay lapsos precisos para cada una de estas fases. Literalmente, alguien puede mantenerse, batallando con sobrevivir o pasar en unos cuantos días a la consolidación, porque se tenía un gran mercado por aprovechar.

¿Quieres independizarte? Coméntame en Instagram: @atovar.castro

Twitter: @albertotovarc

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