Es conocido el periodo que comprende del 12 de diciembre al 6 de enero como un lapso en donde priva la fiesta y la comida que nos lleva a sumar unos kilos de más; lo mismo sucede en términos financieros. El espíritu navideño nos contagia los deseos de regalar y gastar, para luego arrepentirnos en el arranque del 2020.
Te hago una pregunta de “aguafiestas”: ¿Cuántos gastos tienen en enero y febrero, adicionales de las erogaciones cotidianas?, el primer mes del año se caracteriza por el cobro de cuotas, desde las colegiaturas de los hijos universitarios, hasta seguros, predial, tenencia, refrendos, etc., además de a pagar los cargos a las tarjetas que hicimos en el mes previo.
Siguiendo con el símil de la alimentación, la mayoría de las veces el exceso está en los pequeños detalles. Por mucho que cuidemos lo que comemos, el hacerlo a deshoras puede provocar el problema. En el ámbito del dinero, los llamados gastos hormigas o esos deslices propios de la navidad conducirían a un desbalance serio.
📷Si bien, es importante hacer un presupuesto para todo el año, un buen comienzo antes de empezar a gastar sin medida es conocer con claridad como están los compromisos para enero y febrero, así que anótalos y súmalos; compara con los ingresos del periodo ¿puedes con ellos?
Si te percatas, esta es una manera diferente de administrarte, pues con regularidad uno piensa en el horizonte de un mes, aquí la sugerencia es que al menos tengas tres: el último del año y los primero dos del que viene.
Entiendo que será un esfuerzo de organización, porque habrás de calcular ingresos y gastos de ese periodo de tiempo, pero te permitirá saber hasta dónde puedes extenderte en tus adquisiciones y qué tanto debes limitarte con una visión de mediano plazo.
Esta técnica presupuestal es todavía más valiosa para quienes tienen ingresos variables, pues permite poner los pies en sobre la tierra en cuanto a su realidad financiera.
Recordemos que en esta temporada las decisiones las llevamos a cabo con una elevada carga emocional, lo cual esta bien, siempre y cuando no genere dificultades posteriores. El valor monetario de los regalos está lejos de representar el afecto con el que se otorgan.
Es conveniente en el cierre del 2019 ser prudentes, pensando en la cuesta que se avecina.
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