Aún cuando se usan como sinónimos, jubilación y retiro son diferentes; la primera se refiere a dejar de laborar formalmente y recibir una pensión, pero con la posibilidad de ejercer otras actividades remunerada; en tanto, el retiro significa dejar de trabajar por completo, lo cual es un reto psicológico y financiero mayúsculo.
¿Qué deseas en tu vejez? Es una buena reflexión, no sólo para quienes están cerca cronológicamente, sino también para los jóvenes que tienen tiempo para alcanzar sus metas.
Esta idea debe ser vista desde un pensamiento profundo sobre cómo nos imaginamos esa etapa; es decir, más allá de refunfuñar del trabajo o soñar con unas vacaciones permanentes, el describir cómo serían los días sin laborar. Es importante, porque luego las personas se deprimen y se quejan de la falta de recursos.
El destino nos da muchas sorpresas, pero la planeación nos permite desde nuestra trinchera tratar de lograr lo que deseamos para ese momento.
Bajo una perspectiva financiera el primer aspecto es conocer cuánto requerimos para vivir con un nivel socioeconómico óptimo, pues si bien algunas salidas de dinero se eliminarán otras se incrementarán de manera considerable, como son las primas de los seguros de gastos médicos mayores y la compra de medicinas que no están cubiertas por las instituciones de salud.
Habrá gastos que seguirán subiendo por la mera inflación o cambio de precios relativos, como podrían ser los relacionados con la energía o los alimentos. ¿Te gustaría viajar? Has cuentas; es diferente salir en crucero por el mediterráneo a pasar una semana en una playa nacional. ¿Quieres dedicarte a tus hobbies? Calcula sus costos.
Esto conduce a realizar un presupuesto aproximado en caso de dejar de percibir ingresos y así revisar cuánto tiempo es sostenible con la pensión y las inversiones adicionales que llegases a tener. Es aquí en donde es primordial tener los menos compromisos posibles, pues si tienes adeudos de consumo, hipoteca o auto, minarán la capacidad de llevarlo a cabo.
No hay atajos, la consistencia del ahorro y buenas decisiones de inversión son necesarias para crear las condiciones financieras. Deja de confiar en que en algún momento obtendrás una gran ganancia inesperada para volverte rico y vivir de tus rentas.
Por eso la reflexión tiene mayor valor para los jóvenes, ya que cuentan con el tiempo suficiente para reaccionar y construir su futuro.
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