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Alberto Tovar

¿Quién no se ha equivocado en sus finanzas personales?



Hay dos tipos de personas, quienes nos hemos equivocado en el terreno de nuestras finanzas y los mentirosos. Estarán de acuerdo conmigo que el proceso de aprendizaje está lleno de prueba y error, aún cuando apliquemos una metodología estricta. Por eso está mal estigmatizar los problemas; los retos son: reconocerlo; encontrar una solución y procurar que no vuelva a suceder.

Un lector me envió un correo corto que copio textual: “estoy muy endeudado con prestamos de banco y prestamistas, estoy ya muy desesperado, necesito asesoría”.

El primer aspecto a destacar es la valentía para aceptar los problemas, porque de seguro la situación de angustia se fue generando poco a poco; tal vez pidiendo dinero para pagar un deuda y así sucesivamente.

Pareciera obvio; sin embargo, en ocasiones es complicado hacerlo. Reconocer pronto la equivocación es mejor, La tardanza en admitirlo provocará que las medidas sean más dolorosas.

Si una crisis de endeudamiento de ese calibre le pasara a una empresa, podría implicar la desaparición de la misma; en el caso personal, el quebranto lleva a la pobreza, estrés extremo y tarde o temprano a alguna enfermedad.

El mensaje es que todo tiene solución y es posible salir del atolladero usando medidas difíciles como renegociar con los acreedores; vender activos; mudarse a la casa paterna; tomar deudas blandas de amigos; cambiar de trabajo; buscar ingresos extras; aceptar el señalamiento del buró de crédito; reducir de manera importante los gastos; solicitar a la familia apoyo para que bajen sus erogaciones.

Empero, el arreglo debe venir con una promesa: “nunca más repetir ese error” y tener cuidado con la administración personal; de lo contrario no hubo aprendizaje.

De hecho, es usual que luego de este tipo de desbarranque, vengan buenas épocas, porque se le dio una relevancia al manejo financiero del patrimonio y condujo a mejores resoluciones.

La mayoría desea ser exitoso con las inversiones, pero créanme, que simplemente evitar los descalabros redunda en una economía familiar estable.

El punto central es no esperar a que todo esté perdido para enmendar el rumbo; por eso es imprescindible dar tiempo a la evaluación, realizar un presupuesto, construir un fondo de emergencia, revisar nuestro balance entre activos y pasivos, ponderar el rendimiento de las inversiones; tomar decisiones con responsabilidad de largo plazo.


¿Ya enmendaste tus errores financieros? Coméntame en Instagram: @atovar.castro

Twitter: @albertotovarc

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