Es normal desconocer de asuntos financieros, ya sea por falta de interés o simplemente porque se carece del tiempo para investigar sobre el tema. El reto es que, si hace años escaseaba la información, ahora nos puede dar una “indigestión” de todo lo que existe a nuestro alcance. El punto central es elegir bien, pues el riesgo es caer en el engaño o la ignorancia de la fuente.
1.- Empecemos por lo más sencillo, hay páginas en Internet que manejan los tópicos de finanzas personales, pero sólo buscan atraer flujo de usuarios para ganar a través de la publicidad o promover un producto.
De hecho, una estrategia generalizada es utilizar palabras claves para vencer al navegador de google e intentar aparecer en las primeras opciones, cuando alguien googlea. En el extremo, contienen artículos sin sentido, con ideas inconexas.
Con una falta de ética otros que se dedican a copiar de sitios, sin verificar los dichos.
2.- Están también los contenidos pagados, en donde el que tiene un producto financiero expone sus ventajas y en realidad es publicidad. El problema es que dejan de advertir de ello y podría uno confiar en el “consejo”. Esto sucede en todas las redes sociales, youtube, instagram, twitter, etc.
Es una forma de ingresos para los “influencers”; hablan de sus magníficas características, tratándose de promoción pagada.
3.- Lo he comentado, pero lo reitero, los que se dicen asesores y únicamente desean comisión por la contratación de sus servicios. Prometen cosas que no se darán y evitan hablar de los riesgos incurridos.
4.- Existen instituciones que están dentro del límite del marco e la ley y se aprovechan de las personas con dificultades. Al respecto, me escribió un lector con exceso de endeudamiento y se quejaba de las “reparadoras de crédito”; además de no ayudarlo lo habían “estafado” quitándole dinero.
5.- Aunque está lejos de ser un engaño, algunas promociones quieren desviar la atención del cliente con regalos y rifas, que son ajenas al objetivo del instrumento. Desvirtúan el verdadero fin del servicio como es abrir una cuenta en un banco o adquirir un crédito.
Por desgracia, esto nos conduce a ser desconfiados y cuidadosos sobre qué fuentes usamos para fundamentar las decisiones. Considero que el tiempo destinado a investigar y corroborar es muy bien remunerado en términos de esquivar las equivocaciones graves. Es tu patrimonio y sólo tú eres el interesado en protegerlo.
¿Te has sentido engañado en tus finanzas? Coméntame en Instagram: @atovar.castro
Twitter: @albertotovarc
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