Te invito por un momento a olvidarnos de la posición partidista o de la opinión personal sobre el gobierno de López Obrador; debe quedar claro que el manejo de la política económica afecta directamente en los bolsillos y al desarrollo futuro del patrimonio familiar.
Revisemos algunos factores claves y arranquemos con uno básico: la confianza.
Transitamos en un sistema de libre mercado y un elemento determinante son las expectativas, al grado que se generan profecías auto cumplidas. Por ejemplo, si la mayoría pronostica un repunte en la cotización del dólar para mañana, salen a comprar hoy, lo cual lleva a una alza prematura.
Recordemos, el “juego” es adelantarse y comprar ante de que suba y vender antes de que baje. Por ello, la información del futuro es importante.
En términos generales hay tres actores fundamentales en esta perspectiva: los consumidores, las empresas, y la comunidad internacional.
Este gobierno inició con una elevada credibilidad. Según el Banco de México, el Índice de Confianza del Consumidor llegó a un mínimo cercano a 30 puntos en la administración anterior y alcanzó su máximo en febrero de este año con 48.8; sin embargo, a partir de ese nivel ha empezado a caer.
Expertos y autoridades coinciden en que las expectativas de crecimiento económico son a la baja e irán pegando lentamente a la población a través de pocas oportunidades de empleo y salarios menores. Esto podría provocar una reducción en el optimismo.
En cuanto al sector privado, la suspensión del NAIM fue un golpe duro a las iniciativas de inversión. Aunque ahora, con el reciente acuerdo de construcción de 7 gasoductos da un respiro.
La tormenta perfecta se consuma con el contexto internacional, porque los capitales están buscando un refugio seguro para sus recursos dada la posibilidad de una recesión global. En la medida en que no se concrete el T-MEC, el Brexit y se cese la guerra comercial entre Estados Unidos y China, habrá volatilidad en los mercados.
México está al final de la tabla de crecimiento mundial y esto es imposible de revertir sin la participación de las compañías, por eso es tan relevante que el gobierno dentro de su margen de maniobra procure noticias cómo la de la semana pasada con un escenario en donde los empresarios prominentes salgan a hablar bien de la inversión.
El siguiente aspecto de la conducción de la política económica es la estabilidad financiera, tema que me permitiré abordar en la próxima entrega de este espacio.
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