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Foto del escritorAlberto Tovar

Más allá de las metas; busca el éxito integral


El éxito y el fracaso, dos caras de la misma moneda, es un tema que siempre está presente en las sesiones de coaching. A menudo, estos conceptos se simplifican demasiado, y es necesario hacer una reflexión sobre las circunstancias en que se desenvuelven.

La percepción del éxito es tan diversa como las personas que buscan definirlo y puede conducir a cometer errores de los cuales podríamos arrepentirnos. La adopción de un enfoque holístico nos permite apreciar las variadas dimensiones. Al explorar el éxito en su contexto amplio, evitamos caer en la trampa de perseguir metas que se alejan de nuestros valores más profundos.

Hay que examinar el éxito desde múltiples perspectivas, cada una con su propio conjunto de desafíos y recompensas:

1.- Con base en la vida personal y familiar, preguntándonos si existe un balance entre trabajo, condiciones de salud e involucramiento con los seres queridos.

2.- En el ámbito profesional, se mide por el progreso en la carrera, la influencia en el área de especialización o la contribución a la organización. Aquí se incorpora la idea de si cumplimos un propósito y satisfacción en la actividad que desarrollamos.

3.- La capacidad de acumular riqueza, propiedades, y activos financieros es otro indicador. Esto también debe incluir la seguridad económica, como tener ahorros suficientes para una jubilación cómoda o para enfrentar imprevistos.

4.- Habrá quienes les dan mayor relevancia a los títulos universitarios, especialmente de instituciones prestigiosas, o alcanzar reconocimientos académicos.

5.- Ser elogiado en los medios de comunicación, dentro de un círculo profesional, o en las redes sociales, es una manera en que la gente se llega a valorar.

6.- Desde una perspectiva social, el éxito implica ser apreciado por nuestros pares, contribuir a la comunidad o participar en actividades que promuevan el bien común.

7.- Para otros, el éxito tiene una dimensión espiritual. Esto involucra la búsqueda de paz interior, el crecimiento personal a través de la reflexión o la conexión con algo más grande que nosotros mismos. No necesariamente se vincula con la religión; también puede manifestarse en la relación con la naturaleza, el arte o la meditación.

Debemos considerar, además, que al hacernos viejos, la definición de éxito se transforma. Lo que un niño de ocho años ve como un logro—quizás ganar un partido de fútbol o avanzar en un videojuego—difiere de lo que un adolescente desea en el terreno de la pertenencia a su grupo. En nuestros treinta, como ejecutivos o profesionales, el éxito podría centrarse en alcanzar metas de carrera y estabilidad económica. A los cincuenta, las prioridades pueden cambiar hacia la realización personal, la salud y la familia.

Esta comprensión nos empodera para redefinir constantemente lo que significa el éxito para nosotros, adaptándolo a las circunstancias y fases de vida actuales, permitiéndonos perseguir lo que en verdad resuena en el ser interno a cada momento.

¿Para ti qué es el éxito? Coméntame en redes sociales como LinkedIn, Instagram, o X y sígueme en el podcast “Dinero y Felicidad”, en Spotify, Apple Podcast, entre otros.

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