En la colaboración anterior hice un repaso de lo que implica fincar las metas en función de buscar la riqueza. Del otro lado de la moneda, es posible tomar una visión menos estresante.
Hagamos la analogía con el concepto de “mindfulness”, que está basado en la tradición budista de la meditación y que es también nombrada “atención plena” o “plena consciencia”. Se traduce en una invitación a vivir el aquí y el ahora en forma trascendente y feliz.
1.- Atención al presente. Muchas de las malas decisiones son causadas porque se está pensando en algo que no puedes poseer en el momento. Eso provoca el sobre endeudamiento caro y, posteriormente, la dificultad de sacrificar el gasto regular, pasando penurias para completar.
Consiste en vivir de manera plena con lo que se tiene; estar satisfecho y disfrutar el presente, aunque trabajemos para un mayor bienestar.
2.- Apertura a la experiencia, con una “mente de principiante”. Implica admitir nuestra ignorancia y estar dispuestos a ser un aprendiz permanente, que significa saber cómo funcionan los mercados, investigar las opciones que tenemos para tratar de tomar las mejores resoluciones.
3.- Aceptación y experimentar los eventos tal y como son. Una razón del porque los problemas se agravan, es el evitar reconocerlos. Preferimos auto engañarnos diciendo “no es relevante”. Bajo esa óptica es imposible generar una respuesta.
4.- Otro concepto que promueven es el “dejar pasar” que conlleva a desapegarse de algo a lo cual nos aferrábamos.
Se convierte en ser consciente de lo que se tiene y vivir de acuerdo con el ingreso, ser prudente con el gasto para dar espacio al ahorro y la previsión.
5.- Participar con conciencia plena es, en el terreno financiero, conocer los riesgos con los cuales se está lidiando, rechazar el impulso para basarse en el conocimiento y el análisis.
“Lo correcto” se encuentra entre buscar con desesperación el dinero y la aceptación de vivir con lo que se tiene. Ese balance es el que debemos procurar cada uno de nosotros y es un buen propósito para este 2021.
No existen verdades únicas y para algunos estos principios les parecerán “lentos”. Quieren acelerar el ingreso y el disfrute económico; en ese caso hay que estar conscientes del riesgo incurrido, además de los costos asociados. Finalmente, así se han construido grandes fortunas y enormes desastres.
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