Es costumbre en esta temporada en la cual se acerca el fin de año realizar un balance de cómo vamos y hacer los propósitos sobre lo que debemos cambiar para avanzar en diferentes aspectos de nuestra vida. En el terreno financiero podría haber áreas de oportunidad; te comparto una breve check list.
1.- ¿Qué tan ordenado eres con las finanzas? Tal vez hay posibilidad de administrarte mejor. Puedes fijar una hora a la semana para arrancar ese proceso que probablemente será en principio agobiante y luego vaya facilitándose.
2.- ¿Cómo andas de ingresos en relación con el mercado? La pregunta es básica para valorar si conviene buscar otro trabajo o ver la manera de ascender en donde te encuentras. De aquí se derivan una serie de necesidades que te pueden llevar a propósitos adicionales, como capacitarte o incluso moverte de ámbito laboral.
3.- ¿Cuál es tu nivel de ahorro? Yo sé que nunca es suficiente; sin embargo, es bueno poner parámetros, considerando los requerimientos de corto, mediano y largo plazo. Por supuesto que esto te hará revisar los gastos y tal vez hacer ajustes.
4.- ¿Qué tan pesada es la carga crediticia? Muchos de los problemas financieros son consecuencia de los compromisos ya contraídos. Es importante listarlos y ver si podemos en el 2020 bajarle para tener holgura para otros proyectos.
5.- ¿Tienes cubierta la previsión? Has un recuento de los seguros y responsabilidades con la familia, para definir si es prudente adquirir algún tipo de cobertura.
6.- ¿En dónde tienes el patrimonio? Realiza una investigación de las opciones de inversión, dependiendo del monto de recursos, liquidez y riesgo de cada una de ellas. Es crucial mantener al menos el poder de compra y, en la medida de lo posible, generar una rentabilidad mayor.
7.- ¿Quieres emprender? Tal vez el 2020 sea el año en el cual empieces un negocio propio o la independencia de tu actividad profesional. Para ello se requiere más que audacia; es imprescindible planear a través de un business planque sería una de las primeras acciones a llevar a cabo.
Con cierta frecuencia recibo mensajes de desesperación en cuánto a problemáticas financieras graves. Recordemos, no existen las salidas sencillas para situaciones tan complicadas, pero como dice el dicho “Roma no se hizo en un día” y lo fundamental es transitar hacia la solución, por eso los compromisos que hagamos deben ir encaminados a resolver y crecer.
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