Los problemas en finanzas personales no sólo surgen cuando falta el dinero; también se presenta la “discusión” en la abundancia y una razón para ello es el destino de los recursos para invertir. Si en lo individual es común tener dudas, mucho más al considerar las inquietudes de la pareja.
Un ingrediente fundamental para llegar a un acuerdo es la comunicación y contar con principios de los cuales partir y evitar divagaciones al respecto. A continuación, te propongo unos muy básicos para ayudarlos a resolver.
1.- De arranque, démosle un sentido a la decisión, preguntándonos ¿para qué invertir el dinero? Por supuesto, el primer objetivo es conservar el poder adquisitivo y obtener un rendimiento para hacerlo crecer.
Deberán tomar en cuenta los requerimientos futuros, en función de las metas de la familia. Es necesario definir un monto para contingencias, así como las cantidades para corto, mediano y largo plazo.
2.- Recordemos; el costo de las deudas siempre tenderá a ser mayor al rendimiento ofrecido por las inversiones. Por tanto, un paso inicial, es saldar los compromisos que sangran la viabilidad de las finanzas. Lo único a vigilar es la liquidez para imprevistos y los flujos comprometidos en los diferentes lapsos.
3.- A más rendimiento, el riesgo se eleva; por eso, un punto a dilucidar son las cantidades para disponer en cada alternativa.
Si los dos son tradicionales o ambos “aventados”, será sencillo llegar a una conclusión; de lo contrario, habrá de negociarse las proporciones adecuadas.
4.- Hay inversiones más “activas” que otras; es decir, requieren trabajo y dedicación. Por ejemplo, es diferente depositar en un instrumento bancario y dejarlo ahí hasta el fin del plazo, que destinar el patrimonio al mercado accionario, en donde se necesita análisis y cuidado permanente.
Aquí es prudente identificar las fortalezas y debilidades de la pareja para saber quién tiene el tiempo y el conocimiento para darle seguimiento. De lo contrario, encontrar mecanismos que los soporten de manera eficiente.
5.- Es imprudente poner “todos los huevos en la misma canasta” por lo que se recomienda elaborar un portafolio de opciones; desde cuenta bancarias, acciones, fondos, bienes raíces, divisas, criptomonedas, etc. Dependiendo de los objetivos.
6.- Presenten las alternativas al alcance para elegir las que les convenga. Esto lo pueden hacer en forma conjunta o si alguno tiene vocación para eso, encargarse del análisis.
Más allá de “discutir” sobre dinero, la idea es compartir la responsabilidad de en dónde situarlo en función de sus metas como familia.
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